viernes, 3 de noviembre de 2017

Gran Hotel Bolivar

El Hotel Bolívar ubicado en el 958 del jirón de la Unión, fue inaugurado en el año 1924 y construido para las celebraciones del primer centenario de la Batalla de Ayacucho durante el gobierno de don Augusto B. Leguía, su construcción fue iniciativa de los hermanos Augusto y Fernando Wiese quienes invirtieron medio millón de libras peruanas junto a otros inversionistas integrantes de la empresa Sindicato Wiese que Augusto presidía, la obra había sido iniciada por Piqueras Cotolí, pero posteriormente se encomendó al arquitecto peruano Rafael Marquina y Bueno quien la modifico y opto por hacer una reinterpretación del estilo colonial, esta obra fue encargada a la compañía norteamericana Fred T. Ley & Corporation y terminada en un aproximado de 6 meses.

El hotel se construyó sobre un terreno de 4.000 metros cuadrados de propiedad del Estado, donde anteriormente  se realizo la Exposición Nacional de Industrias con motivo del primer centenario de nuestra independencia en 1921,  esta exposición presentaba una novedosa y moderna arquitectura que fue conocido como el Palacio de Cartón ya que este se construyó  con cartón. En el terreno originalmente se construiría el Gran Teatro Nacional, para lo cual se realizaron diferentes proyectos realizados por los más importantes arquitectos de la época, pero nunca se ejecuto, antes de la construcción del palacio de cartón para la Exposición Nacional de Industrias hay se ubicó Carpa Pathe, uno de los primeros lugares donde se proyectaron películas en Lima.

En los primeros tres meses el hotel fue llamado Hotel Ayacucho, pero fue cambiado a Hotel Bolívar ya que Ayacucho significa rincón de los muertos en quechua, lo que no pudieron cambiar fue la vajilla, toallas, etc. que ya habían sido adquiridas y estaban listas, estas presentaban las letras HA que correspondían a Hotel Ayacucho.



 


Cuentan que el propio Leguía decidió el cambio de nombre al comentar "Señores, efectivamente, no se le puede poner Ayacucho, pero como ante un San Martín solo cabe un Bolívar, pónganle Bolívar. 
La planta inicial del hotel comprendía doscientas habitaciones, el comedor principal podía atender quinientas personas cómodamente instaladas. Los muebles se importaron íntegramente de la casa inglesa Waring Gillow, todos los salones se decoraron con un mobiliario lujoso, arañas de cristal, alfombras belgas y lámparas de alabastro, el gobierno exonero de impuestos de aduana a todos los productos importados para la instalación del hotel, en semi sótano se ubicaron los servicios de cocina, lavandería, etc.


En su inauguración, se preparo una cena danzante a la que asistieron el Presidente, las autoridades, las delegaciones extranjeras y lo mas alto de la sociedad peruana, llegaron representantes de todo el mundo, comparándolo con los mejores hoteles de París, Londres o Roma. 
En 1938 Marquina recibió el encargo de ampliar el Hotel Bolívar de tres a cinco pisos y así agregar 150 habitaciones, Dicha ampliación, aunque alteró la escala del edificio, no cambió el sentido del conjunto.



Esta obra, como todos los posteriores edificios que se construyeron alrededor de la Plaza San Martín, se hizo con estructura de concreto armado y mampostería de telar y malla metálica. La carpintería se hizo de fierro y madera, y tanto los acabados como los muebles fueron en parte diseñados por Rafael Marquina y en parte importados de Europa.
En 1961, Augusto Wiese vendió el hotel al empresario petrolero John Mecom por US$ 1.8 millones, en 1979 el hotel fue vendido a la empresa de inversiones Gran Hotel Bolivar de propiedad de Luis Leon Rupp, transfiriendo este en 2003 la propiedad a la empresa panameña Huron Enquities Inc. Actuales propietaros, el Hotel Bolívar fue declarado monumento nacional por Resolución Suprema 2900, del 28 de diciembre de 1972.


Curiosidades....
En el Hotel Bolívar se encuentran los dos primeros ascensores que funcionaron en el Perú, y el primer radio a tubos que se escuchó en el país, el 28 de mayo de 1954, se realiza la primera prueba de TV desde el hotel Bolívar, bajo la señal de canal 3., el 11 de abril de 1955, se efectúa la primera transmisión de TV con un vistoso show musical, además de la primera comedia por TV por el canal 6, en el lobby del hotel podemos aún apreciar un Ford T20, el automóvil que reemplazó al transporte a caballo y al coche jalado por caballos, en los años 20.

Textos:
Juan Luis Orrego Penagos
Memorias de un peruano en Asturias

Imágenes:
Google, Diario El Comercio, Lima la Unica

jueves, 17 de agosto de 2017

El Panóptico de Lima

Construida entre 1856 y 1860, en el segundo gobierno constitucional del presidente Ramón Castilla y Marquesado e inaugurada en 1862. Basados en los estudios realizado por Mariano Felipe Paz Soldán (se formó una comisión encargada de estudiar los sistemas penitenciarios de otros países y elegir el que mejor se adecuara a nuestra realidad, encargo que se le asignó a Paz Soldán, quién viajó a Estados Unidos y estudió el funcionamiento de las prisiones). El modelo panóptico buscaba el control de la autoridad de manera permanente, este moderno sistema fue traído en la época del Guano, de gran abundancia económica.
Siguiendo el modelo panóptico, propuesta de Jeremy Bentham (1795) quién diseñó una prisión que podría ser vigilada fácilmente colocando la torre de observación en el centro del edificio.


 


El presidente Ramon Castilla dispuso la construcción del edificio a los arquitectos Michele Trefogli (1838-1928) y Maximiliano Mimey, siguiendo lo realizado por Mariano Felipe Paz Soldán.  Se encontraba hacia el sur del centro de la ciudad, muy cerca a la puerta de Guadalupe, terreno ubicado en donde antes existieron las murallas de Lima, el edificio tenía una extensión de 41,314 varas cuadradas (28,870.22 metros cuadrados) y diseñado para albergar 350 presos. El costo total de la obra ascendió a unos 984,000 pesos y las obras tuvieron una duración de 2,020 días de trabajo aproximado.

  


El edificio reflejó un estilo arquitectónico de severidad, finalidad reclusiva para proyectar una imagen de inexpugnable, las disposiciones de las salas incluían zonas en donde los presos trabajaban. La prisión comenzó a sobre poblarse y a funcionar de manera deficiente, hacia septiembre de 1862 había solo 53 internos, 35 hombres y 18 mujeres para junio de 1866 solo quedaban 8 celdas vacías. El panóptico era un edificio en forma de cruz, con una cúpula central desde donde un solo guardia podía vigilar los pabellones de celdas, talleres y comedores, su cerco perimétrico era de piedra, en sus inicios fue construido para albergar yanto a hombres, mujeres y niños; posteriormente se envió a estos últimos a otros lugares, los muros exteriores de la penitenciaría eran vigilados por rondines, los que se turnaban cada doce horas y recorrían el perímetro del presidio cada hora.

  

 


Algunos de los reclusos más conocidos que sufrieron encierro fueron, presidentes como Augusto Bernardino Leguía Salcedo, escritores como Ciro Alegría, líderes políticos como Víctor Raúl Haya de la Torre, aquí también fue recluido y ejecutado el homicida Jorge Villanueva Torres, conocido como el “Monstruo de Armendáriz”, con el tiempo el panóptico se volvió obsoleta por lo que en la avenida Alfonso Ugarte se destinó un terreno para una nueva prisión.

El panóptico empezó a ser demolido el 26 de mayo de 1961, trabajadores provistos con combas palas y picos, empezando por la residencia del director, las partes altas del muro perimétrico, Las obras no demandaron mucho esfuerzo, debido a que la Penitenciaría estaba construida en base a adobe y tierra básicamente. Paralelamente, se inició el traslado de los reos, alrededor de sesenta internos fueron trasladados en vehículos, al Callao. Desde allí fueron embarcados rumbo a la cárcel de El Frontón, donde permanecerán hasta que se encuentre listo el nuevo grupo de edificios que conformarán la Cárcel Departamental, en la carretera a Canta.

 


Textos:
Carlos Aguirre - “Delito, raza y cultura: el desarrollo de la criminología en el Peru (1890-1930). Dialogos en historia, 2: 179-206. 2000

Imágenes: 
Google, Diario El Comercio, Lima la Unica

viernes, 28 de julio de 2017

Independencia del Peru

La historia nos cuenta que don José Francisco de San Martin y Matorras, proclamo  por primera vez en la ciudad de Huaura la independencia del Perú, en noviembre de 1820.

El 5 de julio de 1821, el virrey del Perú José de la Serna, anuncio que abandonaría la ciudad, retirándose con sus fuerzas hacia la sierra central, dejando una guarnición en el Real Felipe, al mando de don José de la Mar. El virrey, mediante una carta, invitó a San Martín para que entrara de una vez en Lima.

El 9 de julio las tropas libertadoras ingresaron a Lima. Para la noche del 12 de julio lo hizo el general San Martín y dos días después todo el Ejército Libertador. El 14 de julio, San Martín, instalado en el Palacio de los virreyes, invitó a jurar la Independencia al Ayuntamiento.

El domingo 15 de julio de 1821, cumpliendo el pedido de San Martín, el alcalde don Isidro de Cortazar y Abarca, Conde de San Isidro convocó a los vecinos en cabildo abierto. Sin embargo, no fueron citados todos los ciudadanos de Lima, sino solo los regidores perpetuos, los títulos de Castilla, los miembros de las órdenes militares, el cabildo eclesiástico y los titulares de familias distinguidas. El resto fue totalmente excluido, incluido el pueblo llano, redactada por el eminente arequipeño don Manuel Pérez de Tudela, mas tarde ministro de relaciones exteriores.

"En la ciudad de Los Reyes, el quince de Julio de mil ochocientos veintiuno. Reunidos en este Excmo. Ayuntamiento los señores que lo componen, con el Excmo. e Ilmo. Señor Arzobispo de esta santa Iglesia Metropolitana, prelados de los conventos religiosos, títulos de Castilla y varios vecinos de esta Capital, con el objeto de dar cumplimiento a lo prevenido en el oficio del Excmo. Señor General en jefe del ejercito Libertador del Perú, Don José de San Martín, el día de ayer, cuyo tenor se ha leído, he impuesto de su contenido reducido a que las personas de conocida probidad, luces y patriotismo que habita en esta Capital, expresen si la opinión general se halla decidida por la Independencia, cuyo voto le sirviese de norte al expresado Sr. General para proceder a la jura de ella. Todos los Srs. concurrentes , por sí y satisfechos, de la opinión de los habitantes de la Capital, dijeron: Que la voluntad general está decidida por la Independencia del Perú de la dominación Española y de cualquiera otra extranjera y que para que se proceda a la sanción por medio del correspondiente juramento, se conteste con copia certificada de esta acta al mismo Excmo. y firmaron los Srs.: El Conde de San Isidro- Bartolomé, Arzobispo de Lima, Francisco Javier de Zárate- El Conde de la Vega de Ren- El Conde de las Lagunas-Toribio Rodríguez-Javier de Luna Pizarro-José de la Riva Aguero-El marquez de Villa fuerte ..."




La Declaración fue firmada por la mayoría de miembros del Cabildo (alcalde de primer voto, 10 regidores y 2 síndicos procuradores), el clero secular limeño y miembros destacados de la sociedad. En total firmaron esta acta 339 prohombres de la ciudad. 
En la primera página aparecen las firmas de 60 personas. Posteriormente la rubricaron 3504 personas de diversos sectores sociales. Según el historiador Timothy Anna, la gran mayoría por miedo a las tropas de ocupación. Otros, por ambición de recompensas y nombramientos. También había gente de elevado espíritu patriótico. Se sabe de españoles y criollos que se escondieron para no firmar el Acta, temerosos de las represalias del Virrey cuando recuperase Lima. Al respecto, sobre la caída del gobierno español del Perú, escribe: Además, dos semanas después de la Declaración de la independencia cuarenta y tres de los sesenta y cuatro miembros del Consulado huyeron. Solo diecisiete de los miembros del Consulado firmaron la Declaración. También señala que muchas personas prominentes firmaron la Declaración de Independencia y posteriormente huyeron del país... Más aún, de los que firmaron la Declaración de Independencia, muchos retornaron al bando realista. 

El sábado 28 de julio de 1821, siguiendo los protocolos virreinales, José de San Martín salió del palacio de Lima a las 10 a.m. Precedía este cortejo, San Martín flanqueado por el conde de San Isidro, a la izquierda, y el marqués de Montemira, a la derecha, quien como portaestandarte llevaba la flamante bandera diseñada por el libertador. Detrás de ellos iban el conde de la Vega del Ren, los altos jefes del Ejército y un escuadrón de húsares. Flanqueaban la marcha los Alabarderos de la Guardia Real. 

Al llegar al tabladillo armado en la Plaza Mayor de Lima, frente a un público de más de 15.000 personas, San Martín recibió la bandera del marqués de Montemira y proclamó: 

"El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. 
¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!"

Las campanas repicaron mientras que los cañones disparaban sus salvas. Don José de San Martín había proclamado la Independencia del Perú, declaró una patria nueva, emancipada y libre. El aplauso estruendoso se apoderó de la Plaza de Armas ante tan importante declaratoria.

La ceremonia se repitió en otros tres lugares: la plazuela de la Merced, el frontis del Convento de las Descalzas y la Plaza de la Inquisición (hoy Plaza Bolívar o del Congreso).

lunes, 24 de julio de 2017

Iglesia de los Desamparados


En 1629, al valenciano Bartolomé Calafe pidió al Cabildo de Lima que le concediera el terreno de la plazuela que estaba a la entrada del Puente de Piedra espacio que quedaba entre el antiguo palacio de gobierno o casa de Pizarro y el río Rimac, para construir hay una pequeña capilla para la devoción de Nuestra Señora de los Desamparados, Un gran devoto fue don Pedro Fernández de Castro, conde de Lemos - Virrey del Perú. Este virrey y ante la necesidad de tener una iglesia más grande para acoger a los devotos, se inició la construcción del nuevo templo en 1669, colocándose la primera piedra en un cofre con las imágenes de Nuestra Señora de los Desamparados y de San José, muerto don Bartolomé Calafe en 1653, su hija Úrsula le cedió el dominio de la capilla a la Compañía de Jesús.



 

En 1658 el Padre Jesuita Francisco del Castillo, tomó posesión de la Capilla y comenzó la construcción de una iglesia, este templo se inauguro el el 30 de enero de 1672, En esta iglesia el Padre Del Castillo ejercía su apostolado con los desamparados de Lima, los esclavos negros, también nació la práctica de la Meditación de las Siete Palabras de Cristo en la Cruz, este ejercicio piadoso fue luego extendido por el Padre Alonso Mesía. El Padre Del Castillo murió en Lima el 11 de abril de 1673, su cuerpo está enterrado en la iglesia de San Pedro, junto a la cruz del Baratillo, también al morir el Conde de Lemos, este pidió que colocaran su corazón al pie de la imagen de la Virgen de los Desamparados, costumbre de aquella época que quería significar el gran cariño que se profesaba a un determinado lugar.

 


En 1939 esta iglesia fue demolida para dar paso a la ampliación del Palacio de Gobierno (jardines de la casa del palacio), pese a los reclamos del sacerdote e historiador Rubén Vargas Ugarte y otros conservasionistas del patrimonio arquitectónico de la época, en compensación, se construyó el actual templo que está ubicado en la cuadra 12 de la Av. Venezuela, colocándose la primera piedra de esta iglesia el 16 de abril de 1940 e inaugurándose el 1 de enero de 1945.



 



martes, 27 de junio de 2017

Lima y el terremoto de 1746


Lima

10:30 p.m. del viernes 28 de octubre de 1746, día de los Santos apóstoles San Simón y Judas, en una apacible y tranquila noche de luna llena los habitantes de Lima fueron testigos de la más violenta sacudida de tierra que se haya conocido en esta ciudad, relatan que fueron tres a cuatro minutos de terror que destruyeron casi en su totalidad la ciudad. Lima tenía 60,000 habitantes y contaba unas 3,000 casas repartida en 150 manzanas.

(...) Veinte y cinco casas que resistieron el estremecimiento, quedaron tan maltratadas, que es preciso acabar de abatirlas, de las torres de la catedral la una cayó hasta la altura de la bóveda de la iglesia, la otra hasta el paraje adonde están las campanas (...) (1)

Obligados salir de sus casas y buscar lugares descampados muchos limeños no pudieron hacerlo y aquellos que llegaron a la calle fallecieron victimas del derrumbe de los muros, según las crónicas que detallan el hecho nos hacen pensar que debió ser de una magnitud entre 8.0 a 9.0 Mw.

(...) Hasta antes de este suceso, la capital del Virreinato había sufrido trece terremotos de gran intensidad, pero fue tal la violencia de este último que no admite paralelo con la destrucción producida por todos los fenómenos anteriores (...) (2)

Llegada la noche, y sin que en Lima se supiera de lo ocurrido en el Callao, algunos sobrevivientes se resguardaron en torno a la plaza mayor, otros optaron por retirarse al fondo de sus huertas o por salir de la ciudad, con el transcurrir de las horas y soportando las réplicas, no fue posible auxiliar a todos los heridos o a los que sepultados bajo las ruinas pedían ayuda, pocos fueron rescatados de los escombros después de haber pasado uno o más días sepultados.

Con tanto desorden en todas partes y por el abandono de muchas casas, la población de toda clase se dedicó al robo y saqueo, para ello se recurrió a la tropa y el Virrey Don José Antonio Manso de Velasco - Conde de Superunda, destinó tres patrullas de soldados para que de continuo rondasen la ciudad y apresasen a los ladrones, para ello se publicó un bando amenazando con pena de la vida al que hiciera alguna sustracción para lo cual se colocaron dos horcas en Lima y otras dos en el Callao.



Con las acertadas medidas adoptadas por el Virrey se logró abastecer a la ciudad, no tan de inmediato se dispuso que de las provincias cercanas a Lima se trajese parte del trigo almacenado esto para abastecer a los panaderos, al haberse roto los acueductos y cañerías que traían el agua a la ciudad, se le encomendó a los alcaldes ordinarios, D. Francisco Carrillo de Córdoba y a Don Vicente Lobatón y Azaña la ejecución de la reconstrucción de estas, así como el abastecimiento de carne.

En cuanto a las epidemias, dice Llano Zapata en su Carta que le escribe a su amigo don Ignacio Chirivoga, hasta mediados de febrero del 1747 habían muerto en la ciudad, víctimas de tabardillo (tifus), dolores pleuríticos, disentería y cólicos hepáticos hasta 2,000 mil personas, número excesivamente crecido para la Lima de entonces.

(...) CON LA MAYOR VERDAD, Y CRITICA MAS segura le da cuenta de todo lo acaecido en esta Capital del Perú desde el viernes 28 de octubre de 1746, quando experimentó su mayor ruyna con el gran movimiento de tierra, que padecio a las diez y media de la noche del mencionado dia, hasta 16 de febrero de 1747 (...) (3)

Tras el terremoto el Virrey comisiono al ingeniero francés Louis Goudin para que elabore el proyecto de reconstrucción de la ciudad, siendo sus principales recomendaciones la de demoler las murallas de la ciudad, trasladar la ciudad hacia el cerro San Bartolome cerca a la pampa de amancaes, que las habitaciones se hicieran de quincha con techos de tijera, que se disminuya el ancho y alto de las paredes, que las calles tengas 12 varas de ancho (10 metros aprox.)  

 

(...) Tengo espresado en el capítulo de este título, que el año de 755 se colocó el SSmo. Sacramento en la parte de la iglesia que se había reedificado… debo añadir que logre su conclusión el de 758, y que se celebrara la Concepción inmaculada de nuestra señora (...) (2)

La procesión del Señor de los Milagros se realizó por primera vez después del devastador terremoto de 1687, cuando el muro otra vez se mantuvo en pie. Se hizo una réplica en lienzo que salió en procesión desde el humilde barrio de Pachacamilla (hoy distrito del Rímac) hasta la Plaza Mayor y las principales calles de la ciudad, y los Barrios Altos, después del terremoto de octubre se le declara como fiesta oficial.

Callao

11:00 p.m. del viernes 28 de octubre de 1746, día de los Santos apóstoles San Simón y Judas, un espeluznante ruido viene del mar. El agua retrocede y en contados minutos una gran ola golpea el Callao. Avanza con tal violencia que, después de destruir las murallas del puerto y despedazar los cañones de bronce que lo resguardan, ingresa cinco kilómetros tierra adentro (las crónicas cuentan que inundo la Punta, Bellavista y lo que hoy es el aeropuerto, en esas épocas el callao contaba con aproximadamente 5,000 habitantes de los cuales solo sobrevivieron alrededor de 200 personas, 

lo que relataron los sobrevivientes fue de espanto, cuentan que fueron dos grandes olas las que arrasaron con el puerto, el mar se retiro, pero no volvió a sus limites anteriores lo que indica que el callao sufrió  un hundimiento después del terremoto (subsidencia cosísmica).

(...) En 1746 el número total de habitantes, alcanzaba a 5000, todos los que perecieron en esa memorable catástrofe. La desembocadura del Rímac, hasta la catástrofe de 1746, estaba tan cerca del puerto como se ven en los planos respectivos, que todo hace creer que el cambio de su cauce tuvo origen en esa misma catástrofe, cuando las aguas del mar invadieron las tierras de bocanegra (...) (4)







Las primeras acciones después del maremoto (tsunami) y desaparecido todo temor de una nueva inundación, fue la construcción de una nueva defensa para el puerto del Callao, para tal se comisiono a ingeniero francés Luis Godin a levantar una nueva fortaleza de menor extención que la anterior para lo cual se inicio un expediente que se dividió en dos partes, la nueva fortaleza y la formación del pueblo de Bellavista.




Bibliografia:
(1) Manuel de Odriozola -  Terremotos colección de las relaciones de los más notables que ha sufrido esta capital: Tipografía de Aurelio Alfaro. 1863
(2) Memorias de los virreyes que han gobernado el Perú – Don José Antonio Manso de Velasco – conde de Superunda. Lima: Librería central de Felipe Baylly -  Tomo IV p 305 
(3) José Eusebio del Llano y Zapata - Carta o Diario que escribe don Joseph Eusebio Llanos y Zapata a su venerado amigo el doctor don Ignacio Chirivoga y Daza. Lima: Impreso por Francisco Sobrino. 1747
(4) Darío Arrus - El callao en la época del coloniaje antes y después de la catástrofe de 1746. Callao – imprenta de el Callao. 1904


jueves, 23 de febrero de 2017

Jirón de la Unión - Primera parte


El Jirón de la Unión fue durante muchos años la vía más importante, aristocrática y comercial de la ciudad de Lima, en donde se reunían los más célebres habitantes de esta ciudad, nombrada así desde 1862 cuando se adopta la nueva nomenclatura (calle que unía los jirones de la ciudad de este a oeste y viceversa), y declarada como la calle principal del damero de Pizarro.
En la primera mitad del siglo XX el jirón de la Unión acogió a los mejores cafés, restaurantes así como a las tiendas de mercancía importadas y joyerías fina. Era apacible, cálida, con gente elegante haciendo sus compras en las casas Banchero, Welsch, Zettel o Murguía. Tomarse una foto en el estudio "Fotografía Central" de los hermanos Courret, indispensable para mantener la historia de la familia, era tan exquisito como visitar la Botica Francesa y sus helados. 

A partir de la década de los 60 ya todo era vocerío, con muchas marchas de protesta, vendedores ambulantes en las veredas y trafico alborotado y desordenado, hasta los 70, era recorrido por autos y tranvíasLa ciudad cambio y el jirón de la Unión con ella, éste jirón pasó a ser peatonal en octubre de 1982, durante la gestión del alcalde Eduardo Orrego, se colocaron losetas en tonos grises y negros, jardineras con asientos a su alrededor y una gran iluminación, con el transcurrir de los años y la crisis económica de los ochenta, las emblemáticas tiendas comerciales como los restaurantes, bares, panaderías etc. se fueron trasladando a otros distritos o cerraron definitivamente.

Para descubrir parte de la historia de cada una de sus once cuadras daremos un salto hacia atrás en el tiempo, con calles nombradas por situaciones específicas como Puente de Piedra, Palacio, Portal de Escribanos, Mercaderes, Espaderos, La Merced, Baquijano, Boza, San Juan de Dios, Belén y San Simón.

Primera Cuadra - Puente de Piedra o Plazuela de Desamparados. Esta cuadra se encontraba entre el puente de piedra y la calle Polvos Azules, en la década del 40 la manzana completa hacia el oeste del jirón de la unión fue demolida en sus dos frentes para dar paso a un proyecto de playa de estacionamiento por la saturación de autos que presentaba la plaza mayor con el nombre de playa Rimac, este proyecto hizo posible la expropiación y demolición de esta manzana*, hoy corresponde a la conocida alameda Chabuca Granda, Aquí se ubicaba el arco de Lima construido en 1700 por el virrey Melchor Portocarrero Lasso de Vega conde de Moncloa, destruido por el terremoto de 1746 y tras varios años de abandono fue reconstruido y remodelado por el virrey Manuel de Amat y Junient marques de Castellbell, este mando a colocar en el un reloj el cual se afirma perteneció a la iglesia de San Pedro y la frace "Dios y El Rey" esta frase fue eliminada del arco alcanzada la independencia. En 1852 el presidente Jose Rufino Echenique y Benavente mando a colocar un reloj mas moderno y en 1868 el presidente Jose Balta y Romero ordeno la restitución de la frase en el arco pero modificandola a "Dios y la Patria" tras un incendio el 28 de abril de 1879 que destruyo gran parte del arco de Lima, este tuvo que ser demolido.

 

* existe una historia de tapados y/o tesoros relacionados con estas casas que contaremos en un capitulo mas adelante.


En la acera de enfrente se encontraba la iglesia Nuestra de los Desamparados, fundada por el Conde de Lemos en 1672, en 1629 un valenciano don Bartolomé Calafe pidió al Cabildo de Lima que le concediera el terreno de la plazuela que estaba a la entrada del Puente de Piedra para construir la iglesia, tras el terremoto de agosto de 1868 fue necesario edificar un nuevo templo el que fue inaugurado en mayo de 1897, esta iglesia ubicada detrás del Palacio de los Virreyes fue demolida en 1939 junto a la casa de la Orden y un colegio de niños, paravdar paso a los jardines posteriores del actual Palacio de Gobierno, pese a los reclamos del sacerdote e historiador Rubén Vargas Ugarte y otros conservasionistas del patrimonio arquitectónico de la época.
En esta plazuela llamada de desamparados se ubicó en la década de los 20 la sastrería de Juan Pagannini "Alblon House" así como el hotel Roma.



Segunda Cuadra - Palacio. Llamada así por encontrarse​ al lado del Palacio de Gobierno, o calle del fierro viejo, en esta cuadra se encontraban las casas de los conquistadores y fundadores de la ciudad de Lima, don Geronimo de Aliaga y Ramirez y de don Francisco Martin de Alcantara (*1500 -1541) hermano por parte de madre de Francisco Pizarro, en esta cuadra destaca la casa Aliaga, esta fue reconstruida tras el terremoto de 1745 por Juan Jose Aliaga y Sotomayor (7° generación), la casa sigue perteneciendo a la familia Aliaga (17° generación), en las tiendas situadas a los lados de la entrada de la casa se encontraban una de las primeras sombrererías de Lima así como gran cantidad de tiendas dedicadas a la confección de camisas.
En los años 20 fue demolida la parte posterior de la casa perteneciente a Francisco de Alcántara dando lugar a la ampliación de la dirección de correos y telégrafos del Perú realizando en este espacio la construcción del pasaje del correo conocido hoy como pasaje Piura y llamado en sus inicios pasaje el Carmen (en honor a la madre de Augusto B. Leguia) esta ampliación del correo fue construida en 1924, este pasaje tenia en su entrada de la calle Palacio, dos atlas desnudos que sostenían como pilares la fachada del edificio, estos fueron modificados por las columnas que conocemos hoy en los 60, está modificación fue ordenada por la primera alcaldesa de Lima doña Anita Fernandini.
En 1952 siendo alcalde de Lima don Luis Dibos Dammert, finalmente se termino por demoler la casa de Francisco de Alcántara (una de las casa mas antigua de lima) en ese espacio se colocó el monumento al conquistador don Francisco Pizarro, esta estatua fue donada por la esposa del escultor estadounidense don Charles Cary Runsey y ubicada en el atrio de la catedral de Lima el 18 de Enero de 1935 como parte de las celebraciones del cuarto centenario de la fundación Lima, la inauguración de la estatua en su nueva posición (hoy plaza Perú) fue el 28 de julio de 1952, en 1968 se promovió el traslado de la estatua ecuestre al patio del palacio de gobierno y en 1972 de trasladarla al distrito del Rimac, ninguna de estas dos ideas se cumplieron.
El 26 de abril de 2003 siendo alcalde de la municipalidad de Lima Luis Castañeda Lossio y a la media noche fue retirada la escultura y llevada a un deposito de la municipalidad de Lima donde fue almacenada, despues de más de un año, el 19 de octubre del 2004 fue colocada en un lado del parque de la muralla donde la encontraremos hoy en día. 



  

jueves, 9 de febrero de 2017

Las calles de Lima


Al fundarse la ciudad en 1535, Francisco Pizarro mandó hacer el trazo o plano de la nueva ciudad, esta se compuso de 117 islas o manzanas, ordenadas en 13 cuadras de largo (de oriente a occidente) y 9 de ancho (de norte a sur), separadas unas de otras por calles. Cada manzana fue dividida en 4 solares. El plano de la fundación tenía por límites extremos la ribera del río hacia el norte; el actual jirón Paruro hacia el este; el jirón Ocoña hacia el sur; y el jirón Cañete hacia el oeste.

Plano de lima de 1535

Las calles no tenían un nombre oficial y ninguna casa una numeración que las pueda identificar. Estas fueron bautizadas de acuerdo con las personas que las habitaban, una iglesia, convento o al negocio que se hallaba en aquella calle, las casas eran identificadas por su fachada o por el escudo de armas de las familias dibujado en su portada; En 1613 el Virrey Juan de Mendoza y Luna, ordenó a Miguel de Contreras escribano de Lima que realizara un padrón con los nombres de los indios que habitaban en la ciudad, en este se detallan las calles de la ciudad con nombres propios o la referencia de como las conocían los pobladores. En 1789 se redactó una segunda relación de calles en cumplimiento de la orden del Visitador del Virreinato don Jorge de Escobedo y Alarcón que dispuso dividir la ciudad en cuarteles y barrios y el trazado de un plano.



Hasta el año de 1861, las calles en Lima tenían nombre por cada una de sus cuadras, mucho antes de que se llamaran como ahora. Cada una de estas cuadras tenía un nombre distinto, calle “gato” correspondiente a la cuadra 4 del Jr. Azángaro, calle “de la Riva” a la cuadra 4 el Jr. Ica, o también conocida como “recogidas viejas.

A partir de 1862 se establece una nomenclatura urbana donde esta señalaba que las calles continuadas serían denominadas jirones y tendrían los nombres de los departamentos y provincias del Perú, es así que los jirones que se orientaban de oeste a este (paralelos al río Rímac) llevarían el nombre de un departamento y los que corrían de norte a sur (perpendiculares al río) llevarían el nombre de una provincia. Todos estos jirones con los nombres de las circunscripciones del país, se unirían por él denominó " Jirón de la Unión", el proceso de cambio de la nomenclatura urbana incluía tanto las calles de la ciudad de Lima que se encontraba dentro de las murallas como también las que correspondían al barrio de abajo el puente (actual distrito del Rímac).

Entre los principales impulsores de este cambio estuvieron los señores Manuel Atanasio Fuentes y Mariano Bolognesi quienes presentaron sus propuestas a la par que muchos pobladores que no estaban conformes con los nombres que tenían sus calles (“Siete jeringas” cuadra 8 del jr. Ayacucho, “Yaparió” cuadra 3 del jr. Cañete, “Los pericotes” cuadra 1 del jr. Angaraes). Sin embargo, también hubo muchos pobladores que se opusieron al cambio, entre los que se encontraban el historiador Ricardo Palma y don José Antonio de Lavalle.

La siguiente detalle consigna los nombres que se otorgaron en aquel entonces a las vías (que forman lo que se conoce como el "Damero de Pizarro") y las zonas del Cercado de Lima que constituyen los Barrios Altos.

Jirones paralelos al río - del Jirón de la Unión al oeste, de norte a sur.
Santa (actual Malecón Rímac y Paseo Chabuca Granda), Lima (actual Jr. Conde de Superunda), Callao, Ica, Huancavelica, Arequipa (actual Av. Emancipación), Moquegua, Ocoña, Quilca, Tambo, Loa.

Jirones paralelos al río - Del Jirón de la Unión al este, de norte a sur.
Amazonas, Áncash, Junín, Huallaga, Ucayali, Ayacucho (actual Jr. Miró Quesada), Cusco, Puno, Apurímac, Chili (actual Av. Nicolás de Piérola), Monzón (actual Jr. Lino Cornejo), Pachitea, Tambo de Belén (siendo de solo una cuadra, mantuvo su nombre), Inambari, Bambas, Mapiri, Tipuani, Desaguadero, Ilave, Oropesa, Coata.

Jirones perpendiculares al río - Desde el Jirón de la Unión hacia el oeste.
Camaná, La Rinconada (siendo de solo una cuadra, mantuvo su nombre), Caylloma, Arica (actual Jirón Rufino Torrico), Tacna, Chancay, Tarapacá, Cañete, Angaraes, Tayacaja, Ilo.

Jirones perpendiculares al río. Desde el Jirón de la Unión hacia el este.
28 de julio (actual Pasaje Olaya), Carabaya, Lampa, Azángaro, Cotabambas, Abancay, Urubamba (actual Ayacucho), Pasco, Chachapoyas, Paruro, Andahuaylas, Huanta, Cangallo, Quilca, Huánuco, Maynas, Huari, Huaylas, Huamalíes, Conchucos.

Fuente: Juan Bromley - Las viejas calles de Lima 
Municipalidad Metropolitana de Lima
Gerencia de Educación, Cultura y Deportes - Edilibros, 2005

Planos de los cuarteles 1°, 2° y 3° del libro Lima la Ciudad de los Virreyes 1928-1929
Cipriano A.Laos - Touring Club del Perú (imágenes por ivaltime)

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